"La gente nunca cambia” pero si cambian
las circunstancias y cambia el modo en que vemos la vida. También cambia como
reaccionamos ante las adversidades que ya en tiempo presente nos están
cambiando. Y también creo firmemente que cambia la perspectiva que tenemos de
la vida cuando empezamos a vivir, cuando nos empezamos a hacer conscientes de
que estamos viviendo, de que hay cosas que no podemos lograr que sean
diferentes y que aun así elegimos vivirlas.
Y he dicho un millón de veces “ojalá las
cosas hubieran sido diferentes”, pero no lo fueron y sin embargo le apostaría
todo lo que tengo hoy para que volvieran a ser iguales. Porque no sería la
persona que soy hoy, si no hubiera sido quien fui ayer.
Porque si no me hubiera aguantado las
lágrimas por tanto tiempo no sabría lo que es dejar que se combinen con gotas
de lluvia y no darte cuenta que has dejado de llorar.
Porque no tendría idea de lo rápido que
puedo mover las piernas cuando un sentimiento amargo se apodera de mí. Porque
no hubiera tenido la oportunidad de perderme en el barrio más feo de una ciudad
que es más grande que todo lo que había conocido y aun así no tener miedo,
porque sentir que te has perdido a ti mismo se siente 7 veces peor. Porque no
podría entender que extrañar momentos, personas y lugares es solo un instinto
humano, no quisiera que nada hubiera sido diferente porque no sabría apreciar
lo bonito que es vivir. Lo divino que es estar. Lo inexplicable que es existir.
Al final entre tanta vuelta me doy
cuenta que la gente cambia. Que yo cambie, que ya no tengo miedo y no porque
nada me asuste, pero porque el miedo no resuelve nada. Me di cuenta también que
la persona que fui hace 2, 3, 4 años, sigue siendo ella, pero en ese momento. Y
que siempre voy a amar lo que ame hace tiempo, pero no saldré de casa con ese
amor todos los días. Lo seguiré amando sin embargo en las fotografías, en los cientos
de palabras escritas por aquí y por allá y en una que otra servilleta que jamás
voy a recuperar.
Las circunstancias que vivimos cambian,
los sentimientos cambian, el modo de ver la vida cambia, el amor cambia. Lo
único que no cambia son los recuerdos y lo único que no quiero ser nunca es
solo eso, solo un recuerdo...
-La Niña de la Llave Azul
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